viernes, 31 de agosto de 2012

In vino veritas: peras al vino

Ya lo decían los romanos, que los borrachos siempre dicen la verdad. En su caso usaban un refrán más sofisticado que reza que la verdad se halla en el vino: IN VINO VERITAS. En esta receta os proponemos combinar esta bebida con la fruta, concretamente con las peras. El resultado es espectacular, así que sin más dilación os dejo esta receta de mi madre, que da un resultado para chuparse los dedos.

PERAS AL VINO TINTO


Idea de: Mamá

Ingredientes para 6 personas:

· 2 kilos de peras "blanquilla".
· 1 botella de vino tinto de Rioja (el peleón de brick sirve)
· 1 rama de canela.
· 1 corteza limón.
· 1 vaso de azúcar (medida del vaso de agua).

Preparación:

En una cazuela echar las peras enteras y peladas, el vino, la canela y la corteza de limón. Tapar la cazuela y dejar hervir a fuego lento durante 10 minutos. Entonces se echa el azúcar y, revolviendo de vez en cuando, se deja cocer durante 15 o 20 minutos. Si se reduce mucho el vino, se puede añadir un vaso de agua.
Retirar del fuego, sacar las peras y colocarlas en un bol, añadiéndole el vino restante, que se habrá colado previamente.

Es ideal servirlas con una bola de helado.


jueves, 30 de agosto de 2012

Los rosquetes de abuela Isabel

En estos días en los que mi abuela Isabel anda un poco pachuchilla, creo que es de justicia hacerle un pequeño homenaje compartiendo con vosotros la receta de sus rosquetes, uno de los dulces más preciados de la cocina canaria que cuando eran elaborados por sus ya castigadas manos sabían a gloria bendita. Para hacer honor a la verdad debo decir que sus hijas, mi madre y mis tías, han sacado su buena mano, caracterizada por "el pulgar de los Santos" (que yo no he heredado, desgraciadamente, aunque sí tengo todo el rejo del sector femenino de la familia, que es más peligroso, jejejeje), y cocinan también unos rosquetes que son puro vicio.

Ésta es la receta que copió mi madre mientras abuela se la iba cantando de memoria. Esos son los mejores recetarios: los que se aprenden de memoria a base de la repetición, que 10 hijos y 23 nietos precisan de MUCHA comida. Aquí os dejo la receta. Lo que está en cursiva son los comentarios que yo he ido añadiendo.


ROSQUETES

Idea: Abuela Isabel

Ingredientes:

· 1 taza de huevos (yemas y claras)
· 1 taza de azúcar rasa
· 1 taza de aceite de oliva
· 2 tazas de leche
· 1 Royal (sobrecito de levadura en polvo)
· Limón rallado
· Matalaúva (anís)
· +/- 1 ½ kilo de harina repostería (más o menos)


Preparación:

Se baten bien los huevos con el limón y la matalaúva, se van añadiendo el resto de ingredientes y por último se pone la harina poco a poco hasta que la masa esté blanda para enrollar los rosquetes.

Imagen de internet


Se deja la masa en reposo +/- (esto significa "más o menos", es que mi madre es de matemáticas...) dos horas. Según mi abuela, que reposen es lo más importante para que queden esponjosos, que las prisas de estos tiempos son malas y todo eso que nos dicen con tanta sabiduría las personas mayores... 

Se van cogiendo trocitos y se les da la forma de rosquillitas: hacemos un hilillo (como con la plastelina) y luego lo enrollamos para formar una circunferencia. Podemos ir preparando algunos para antes de freír y colocarlos sobre una bandeja untada en aceite. Esto es lo que había puesto mi madre como "enrollar los rosquetes", pero por la red anda mucho cazurro suelto... xD 

Se fríen lentamente en aceite de oliva hasta que estén doraditos. Una vez que los sacamos de la sartén o de la freidora (nunca una industrial, siempre a lo antiguo) los tenemos que poner sobre un papel que absorba el aceite sobrante. Lo ideal es poner un papel marrón de embalar, doblado, que podremos reutilizar si es preciso. Imagino que las servilletas también sirven, pero no es lo mismo. Los rosquetes se ponen sobre papel marrón de embalar y punto. 


Para el almíbar:

· 1 cáscara de limón
· 2 tazas de azúcar
· 1 taza rasa de agua

Se pone todo al fuego hasta que esté a punto de hilo.


Una vez fríos se almiban poco a poco y se dejan secar sobre un papel hasta que estén fríos (el mismo papel marrón del que hablábamos antes). A ver, esto es un poco complicado. Hay que ponerlo todo a hervir hasta que la mezcla hace un hilo cuando levantas un poco con una cuchara. Si se pasa es una birria. Es probable que se pase, pero no os desaniméis, hay que ir poco a poco y seguro que os sale a la primera. Mi abuela hacía el almíbar en una olla de metal de las antiguas, en las modernas también sirve, pero cuanto más "original" mejor. Una vez que está el almíbar hecho se echa encima de todos los rosquetes que estén enfriando. Se cogen varios rosquetes y se meten en la olla en la que se ha hecho el almíbar y se remueven, y se vuelven a echar al montón. Repetir el proceso hasta que todos los rosquetes han sido "mareados" en la olla del almíbar, pero recordad: ¡¡El almíbar se lo tenéis que haber echado por encima previamente!!

Guardar en un recipiente cerrado para que no se pongan duros.


Foto cortesía de Chelo o de Nieves, después de tres años no me acuerdo.


Ésta es la única foto de rosquetes de la familia que he encontrado; es de las fiestas de Teguedite del año 2009. No es que no hagamos rosquetes, no, ¡es que no llegamos a tiempo de hacerles la foto!

Aunque dan trabajo, anímense, que el resultado vale la pena, son económicos, salen muchos y se pueden guardar para que duren (no se los coman todos de una jartá). Además, ¡están riquísimos!



martes, 28 de agosto de 2012

Coca de trempó

¿Qué es una coca? Pues para los legos en la cultura balear una coca -en el caso de las saladas- es como una pizza pero sin queso. Es una explicación básica y fácil de entender. Así pues, la coca consta de dos partes tanto en sus ingredientes como en su elaboración: la masa (que también sirve para hacer pizzas) y la cobertura. Aunque sea empezar la casa por el tejado, conviene hacer primero la cobertura, puesto que da más trabajo pero, a cambio, se mantiene más tiempo fresca.

COCA DE TREMPÓ

Idea de la masa: Carme Caldentey

Masa

Ingredientes:

·1/2 lata de cerveza
· Una pizca de sal
· Un chorrito de aceite
· La harina que se beba

Elaboración:

En un bol mediano o grande, se van colocando e incorporando los ingredientes en el orden en el que aparecen. Se le va añadiendo harina poco a poco hasta que nos queda una masa sólida y consistente. No debemos amasarla mucho, sólo lo justo para que gane consistencia. Si la amasamos demasiado luego será muy difícil de extender.

Hacia el final, conviene mezclar/amasar fuera del bol. Poned un poco de harina en el poyo de la cocina para que la masa no se pegue. Cuando esté, con un rodillo, estirad un poquito la masa.

Untad una bandeja metálica de horno con aceite, bien untada. Colocad encima la masa extendida y acabad de alisar con los dedos. ¡Es la mejor parte! Aseguraros de que se cubre toda la superficie y los bordes. A veces se rompe, con lo que hay que ir jugando como si fuera plastelina. Puede que os sobre un poco que masa, pero siempre la podéis congelar ya extendida para volverla a usar cuando os apetezca.



Cobertura

Para la cobertura os dirigiré al post que ya elaboré sobre ella: TREMPÓ. En este caso sí que es obligatorio añadirle el ajo y el perejil y, si se quiere, un poco de pimentón dulce. Otras opciones de cobertura son pimientos rojos asados o verduras variadas.



Si no se quiere hacer una coca y se pretende hacer una pizza, preparad tomate frito, jamón, queso, orégano... ya sabéis, lo que os apetezca. La base es la misma.




Indicaciones finales

Ahora ya tenemos la masa y la cobertura. Es el momento de seguir pringándose los dedos: Echad una o dos cucharitas colmadas de pimentón dulce sobre la base, añadid un chorro de aceite y esparcid con la mano por toda la masa hasta que quede bien cubierta de un vistoso color rojo. Luego le podréis echar la cobertura, esparciéndola por toda la superficie. Cuando lo tenemos todo listo lo metemos al horno, que previamente habremos precalentado a 200º o 220º. Es conveniente que el horno tenga potencia de abajo, y no de arriba, para que no se nos queme la verdura. Si le cuesta cocinarse siempre se puede dar fuego en general. Vosotros ya iréis viendo, aunque ya os digo, lo ideal es darle fuego de abajo. El tiempo de cocción dependerá del grosor de la masa, de lo grande que sea la bandeja del horno y de la potencia del mismo.

La coca tanto se puede comer caliente como fría, va a gustos. A mí me gusta más fría. Si se presenta en cachitos es estupenda para llevar a un bufet de amigos o para picar en un cumpleaños. ¡Disfrutadla!



lunes, 27 de agosto de 2012

Trempó

El trempó es una ensalada típica mallorquina que siempre te saca de un apuro. A mí solo no me gusta, me gusta en coca de trempó, cuya receta os pongo en otro post. Es algo muy fácil de hacer y totalmente ligero.


TREMPÓ

Ingredientes:

· Pimiento blanco (es verde, pero no tan verde como el pimiento verde)
· Cebolla
· Tomate
· Sal y aceite de oliva (si se quiere también se puede añadir ajo y perejil)
Hay gente que le añade atún, pero a mí no me gusta. Aún así, yo os pongo todas las opciones.

Preparación:

Se pica todo muy chiquitito, en trocitos muy pequeñitos y se mezcla. No hay más secreto. Se suele tomar con "pa amb oli" (pan payés con tomate y aceite, acompañado de queso o fiambres), como acompañante de sardinas o solo.

¡Que aproveche!

Greixonera de verdures i calamar

La "greixonera" es un recipiente de barro típico en la cocina mallorquina. Esta palabra también hace alusión a la comida que se cocina en ella, así como a otras muchas especialidades tanto dulces como saladas. En la red encontraréis mucha más información.
 
Imagen de la red

Yo os propongo una comida muy saludable y muy fresquita, a base de hortalizas y calamar o sepia. También se pueden cocinar sólo las hortalizas para elaborar una comida apta para vegetarianos. Es un plato muy elástico, le podéis echar cuanto tengáis en la nevera y podéis sustituir unos ingredientes por otros similares, y poner las cantidades según lo que a vosotros más os guste. Además, sale muy bien de precio.

GREIXONERA DE VERDURES I CALAMAR

Ingredientes:

· Cebolla
· Puerro (o cebolleta, o ajitos tiernos, o no se le pone. Va al gusto).
· Ajo, perejil y pimienta.
· Pimientos
· Zanahoria (podéis comprar la bolsa que ya la trae rallada)
· Tomate
· Anillas de calamar, de pota, sepia... Lo que se quiera. En las secciones de congelados hay bolsas que salen muy bien de precio. Obviamente me refiero a calamar SIN rebozar, que algún espabilado anda por ahí...
· Un poquito de aceite de oliva, el justo para que no se pegue.

Elaboración:

1. Cortar todas las hortalizas, preferiblemente en tiritas o en trocitos pequeños, según el caso.
2. Poner un chorrito de aceite de oliva en el recipiente y echarle la cebolla y el ajo, cuando empiece a coger color, le echamos las demás hortalizas. No hay que echar mucho aceite, las verduritas se cocinarán con la misma agua que suelten. Si vemos que se pega -cosa rara-, añadimos un chorrito más de aceite.
3. Añadir las anillas de calamar.

Y ya tenemos un plato delicioso. Del plato no hay foto, me lo comí antes de hacérsela... Jajajajajaja. Lo ideal es comerlo caliente, pero una vez frío también está riquísimo, sobre todo si se pone sobre una rebanada de pan. Parece una escalivada, pero sin aceite. Como os decía: ¡Para chuparse los dedos!

Dieta para la salud

Hace unos meses, y tras un largo período de sobrepeso y haber llegado ya a la obesidad, decidí ponerme en manos de los expertos y ponerme a dieta. No hay milagros, no hay gurús. Me dirigí a mi médica de cabecera y a mi enfermera, y fue precisamente mi enfermera quien me dio la dieta y me hizo el seguimiento.

¿El resultado? He perdido más de 15 kilos, he ganado en salud y en alegría. Además, también he aprendido a comer de una manera diferente. Éste es el documento que la enfermera me facilitó, y a continuación os pongo las indicaciones que ella me dio personalmente, y que creo que pueden ser extensivas a cualquier persona, como el mismo documento dice. Con estas directrices, que os ayudarán a manteneros sanos, inauguro el apartado "Dieta" del bloc, en el que iré poniendo recetas que se ajusten a lo sugerido por este documento. Haced clic en el enlace:

Alimentación de 1500 calorías



Decálogo básico y elemental para realizar la dieta de 1500 calorías:


1. La dieta es para una mujer. Si se trata de un hombre se tienen que ampliar las calorías y, por lo tanto, visitar al enfermero/la enfermera.

2. La dieta es para una persona sana. Si ya han empezado a tomar pastillitas del "para" (para el colesterol, para el azúcar, para dormir, para...) consulten con la enfermera.

3. Quedan totalmente prohibidas las bebidas alcohólicas, los refrescos y los jugos. TODOS, tanto si tienen azúcar como si no, están estrictamente prohibidos. Sólo se pueden tomar jugos naturales, recién exprimidos, y sin azúcar.

4. NO comprar productos light ni nada de eso. En vez de azúcar suelen llevar fructosa y engorda lo mismo.

5. Hay que cocinar SIN SAL. SIN SAL. SIN SAL. Echen ajo y perejil, pimentón, etc.

6. Piensen que hay que contar raciones: sumar y multiplicar. Por ejemplo, si hay que coger 3 raciones de 20 gramos de pan para comer, son 60 gramos en total. Pueden combinar las raciones, pero nunca, NUNCA, se pasen. Por ejemplo: 200 gr de melón y 200 de sandía para la merienda, pero no se pasen.

7. Hagan la dieta divertida. Yo me compré una pesa digital y es mi juguetito. Además, pueden combinar. Por ejemplo, yo me ponía las proteínas de media mañana para desayunar, y el resopón me lo tomaba a media mañana. Así no pasaba hambre.

8. Usen sólo, única y exclusivamente aceite de oliva virgen extra.

9. Olvídense de cocinar al modo canario (y al mallorquín tampoco). Nada de potajes llenos de papas ni cosas supercombinadas ni supercondimentadas. Nada de fritangas. Ligerito, ligerito. Les aseguro que así saborean mejor la comida, porque se le altera menos el sabor.

10. Hagan deporte moderado dos o tres veces por semana como mínimo: vayan a caminar una horita, naden, apúntense a pilates... Esta dieta se complementa con actividad física. Además, yo la he hecho mientras trabajaba. Si uno no trabaja, tiene que aumentar la cantidad de ejercicio -con caminar un poco más, y hacerlo a diario, es suficiente-. Ésta fue la última recomendación de la enfermera antes de volverme a Mallorca.

Y no les digo más. Disfruten de comer, piensen que cada cuerpo es diferente y responde de una manera diferente. Recuerden que lo ideal, aunque yo me haya pasado, es adelgazar 1 kilo al mes, más o menos, hasta llegar a los 10 kg en un año. Mi consejo personal es que las primeras 3 semanas se lo tomen súper en serio, y después vayan combinando un poquito más y permitiéndose un "lujo" a la semana. Si tienen alguna duda: ¡Pregunten!

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Tip: Una queli es equivalente a una galleta maría, así que 4 quelis se pueden sustituir por 4 galletas maría.

Quiche de jamón y queso

Hoy os presentamos una fabulosa receta tanto para comer en casa como para llevar a cualquier cena-bufet con los amigos. ¡Quedaréis sensacional!

QUICHE LORRAINE

Ingredientes:

· 1 hoja de masa quebrada o de masa de hojaldre, al gusto.
· 150 gr de jamón york.
· 200 gr de queso emmental (mejor si es rallado).
· 200 ml de nata líquida (1 brick de los pequeños).
· 3 huevos
· Sal, pimienta y nuez moscada

Preparación:

1. Si está congelada, dejar la masa por fuera para que se descongele.
2. Precalentar el horno a 220º.
3. Forrar un molde con la masa y pincharla. Podéis untar previamente el molde con mantequilla o un poquito de aceite, pero no suele ser necesario.
4. En un bol, mezclarlo todo y darle túrmix hasta que esté bien picadito. También se puede usar la batidora.
5. Verterlo en el molde con la masa y meterlo al horno.
6. En unos 20 minutos aproximadamente está hecho, pero depende del horo. En cualquier caso, hasta que la quiche haya subido un poco y esté dorada.



Alternativas: Se puede sustituir el jamón por cebolla, calabacín, berenjena... si previamente pasamos las hortalizas por la sartén para quitarles el agua. Así tendremos una quiche apta para vegetarianos. Esta es una receta elástica, que podéis adaptar a vuestro modo (con jamón serrano, bacon... si optáis por esta opción, disminuid la cantidad de sal). También podéis añadir más especias o frutos secos, como nueces o piñones. ¡Queda delicioso!

Manzanas asadas

No he puesto en el título "manzanas al horno" porque yo las hago en el microondas, así que no sería fiel a la verdad. Las manzanas son frutas de todo el año y a menudo llegan a aburrir. Una alternativa para comer manzana puede ser asarlas en el microondas. ¡Quedan deliciosas!

MANZANAS AL MICROONDAS

Ingredientes:

· Manzanas. ¿Cuántas? Pues las que te quepan en el molde o plato para el microondas. Suelen oscilar entre 4 y 6.
· Canela en rama.
· Un poquito de agua.
· Si se desea, azúcar (yo no le pongo, así no engordan).
· Si se desea, algo de brandy (tampoco le pongo, pero hay gente que sí, así les da un toque diferente).
* Aseguraros de tener un molde de cristal para el microondas o un plato hondo bastante grande.

Preparación:

1. Lavamos las manzanas y les sacamos el corazón (es una receta poco sentimental y un poco cruel, jejejeje). Procuramos que queden bonitas y vamos con cuidado de no hacer un ñarro. Recordad que las manzanas van a perder agua durante la cocción y, por tanto, también perderán consistencia.

2. Las colocamos en el molde y, donde antes estaba el corazón, metemos una ramita de canela. Si se desea, también se puede colocar ahí el azúcar.

3. Echamos medio vasito de agua, para que no se peguen al fondo. También se puede echar ahí el brandy.

4. Las metemos al microondas unos 5 o 10 minutos (si ponéis 8, generalmente salen perfectas, aunque depende de la potencia del aparato y de la cantidad de manzanas que cocinéis).

Voilà! Ya tenemos unas fabulosas y sabrosas manzanas asadas, sólo falta esperar a que se enfríen. 

De acuerdo, estas me han quedado un poco pochas. Si hubiera puesto una manzana más en medio 
hubieran quedado más bonitas. ¡Pero estaban riquísimas!




Bizcochón

Siempre, en casa de todas mis tías, cuando se avecina el fin de semana (o entre semana y sin ningún motivo), uno se encuentra con un típico bizcochón canario. Algunos puristas me dirán que se trata de un simple bizcocho de yogur, pero yo creo que va más allá, tanto en forma (se suele preparar en un molde circular hueco en el centro) como en sabor (una vez más, se usa la matalaúva). Degustarlo evoca en cualquiera los recuerdos de la infancia y sabores que, desgraciadamente, vamos perdiendo día a día; para que eso no ocurra, aquí os dejo su receta:

BIZCOCHÓN

Ingredientes:

· 1 yogur de limón (o de lo que sea, o un vaso de leche, lo importante es guardar la medida inicial)
· 3 huevos (o 4 si son muy pequeños)
· 1 medida de aceite (llenamos el cacharrito del yogur con aceite, o el vaso de leche, según lo elegido)
· 2 medidas de azúcar (se puede disminuir, eliminar o endulzar ligeramente con aspartamo)
· 3 medidas de harina
· 1/2 sobre de levadura Royal (en polvo o química), a veces un poquito más, según los ingredientes extra que le queramos echar (peso, consistencia, cantidad...)
· 1 poquito de limón rallado
· Cualquier otra cosa que a uno le apetezca añadir: matalaúva, canella, vainilla, frutos secos, piña y melocotón, almendra o coco molidos, trocitos de chocolate, una tableta de chocolate fundido (y tendremos un bizcocho de chocolate)... Hay que innovar.
· Mantequilla o margarina y pan rallado o harina, para untar el molde.

Preparación:

1. Se pone a precalentar el horno a 200º
2. Se coge un molde (de cualquier tipo, aunque el canario es como el de la foto) y se unta con mantequilla o margarina; después se le esparce pan rallado o harina, así no se pegará. Apartamos el molde un ratito.
3. Se mezcla todo en un bol con la ayuda de una batidora, a excepción de aquellos ingredientes que son para untar el molde.
4. Cuando ya hemos logrado una textura uniforme, vertemos la masa en el molde que ya hemos preparado y lo metemos al horno. Según el horno el bizcochón tardará de 30 minutos a 1 hora en hacerse. Hay que ir vigilando. Si sobra algo de masa en el bol os la podéis comer a lametazos, es algo que yo hacía de pequeña (y, en su justa medida y con una cucharilla, sigo haciendo hoy en día).
5. Es muy importante no abrir el horno para que no se cree una fuga de calor, si esto ocurriera, el bizcochón no subiría y sería una birria. Sólo hay que abrir el horno cuando ya haya subido del todo y notemos que está bien doradito. Cuando parezca que ya está hecho, se le clava un cuchillo en el medio y, si sale limpio, el bizcochón está listo, si no, lo volvemos a dejar en el horno un ratito más y repetimos el proceso hasta que esté bien cocinado.
6. Una vez que ya tenemos el bizcochón fuera del horno yo lo dejo unos minutitos para que no queme excesivamente y lo desmoldo en caliente. Sale sin problemas, aunque si se os pone rebelde siempre podéis optar por pasar un cuchillito por los bordes.

Aquí tenéis uno de mis cutre-resultados:


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Idea 1: Si queréis hacer un bizcocho de piña, seguid el mismo proceso, pero antes de verter la masa colocad en el molde un poco de caramelo líquido y algunas rodajas de piña, a modo de decoración. Después podréis verter la masa. También se puede incorporar a la masa, mientras la vamos mezclando, un poquito de jugo de piña. Queda delicioso. EXTRA: Si lo queréis de manzana, haced lo mismo, aunque otra opción es colocar los trocitos de manzana fileteados sobre la masa una vez que ésta ya se ha vertido en el molde. ¡Cada uno elige!

Idea 2: El bizcochón se puede abrir por el medio y e puede rellenar de crema, mermelada, chocolate, merengue... Otra opción más sencilla es cubrirlo con chocolate fondant y pegarle lacasitos, una actividad que vuelve locos a los niños. Así conseguiréis una preciosa y sencilla tarta de cumpleaños.




Púdin de coco

Aquí os propongo una receta muy fácil, rápida y limpia con la que quedaréis genial con vuestros amigos. Se trata de un púdin de coco (o almendra molida, o avellana, etc.) que consiste, básicamente, en batirlo todo junto, meterlo 15-20 minutos en el microondas, dejarlo enfriar y meterlo en la nevera. No, no estoy siendo spoiler, ¡sólo os estoy animando a cocinar!

PÚDIN DE COCO

Idea de: Marga Parrussa, una gran amiga de la familia.

Ingredientes:

· 1 libro de leche
· 1 bolsita de coco rallado (de entre 100 y 200 gramos, al gusto del consumidor), se puede sustituir por almendra o avellana molida
· 20 galletas maría
- 1 vaso de azúcar (también podéis optar por hacer un púdin sin azúcar, queda igual de bueno gracias al coco y a las galletas). Las cantidades de azúcar también van al gusto del consumidor.
- 7 huevos (si hacéis la mitad de la receta usad 4 huevos)
- Caramelo líquido

Elaboración:

En una batidora o en un bol bastante grande, se echa todo -excepto el caramelo- y se bate o se mezcla con el túrmix. Para facilitar el trabajo trocead un poquito las galletas. Preparamos un molde apto para microondas (un molde de cristal o un Tupperware de los buenos) y le echamos el caramelo líquido. Batimos un poquito más la mezcla y la echamos en el molde. Lo ponemos unos 17 minutos al microondas a potencia media-alta o alta, según el aparato. Cuando acabe, le metemos un cuchillo. Si sale sucio es que necesita unos minutos más, si sale limpio el púdin ya está hecho. Dejamos enfriar el postre y luego lo metemos en la nevera para que esté bien fresquito cuando lo vayamos a desmoldar.

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Comentario extra: El púdin de almendra sin azúcar, con moderación, es apto para personas que hacen dieta; el de coco es mucho más consistente. Particularmente prefiero el de almendra, pero el de coco es más fresquito. El de avellana o plátano, si bien están buenos, no me acaban de convencer.

Comentario extra 2: Cuanto más sólido le añadamos (galletas, almendra, coco) más consistente nos quedará, depende de si nos gusta con más textura de flan o con más textura de púdin.

El pan nuestro de cada día

El pan es uno de los alimentos básicos tanto de nuestra dieta, y en mi casa mucho más. La abuela de mi madre era panadera, y su padrino también. Mi madre a menudo recuerda cómo cuando ella era pequeña en casa de sus abuelos había un arcón con panes que duraban frescos hasta una semana. En cada lugar se elaboran panes diferentes, así pues, el pan de Arico, en Tenerife, que tiene matalaúva o anís verde, dista mucho tanto en sabor como en textura del pan payés mallorquín o de otros tipos como el pan candeal o el baguette.

Como en mi casa el pan de Arico está considerado un manjar de dioses por las escasas oportunidades que tenemos de probarlo, mi tozudería hizo que un día me armara de valor y me pusiera a hacer pan como antaño: a mano y con mucha paciencia, con los consejos de mi madre y de abuela -por quien lamentablemente los años ya no pasan en balde-. No podía ser muy difícil. En efecto no lo fue, eso sí: es un gran ejercicio para los brazos. Aquí os dejo la receta:

PAN DE ARICO

Ingredientes:

· Harina de fuerza
· Levadura de panadero (levadura prensada), aproximadamente 15-25 gramos por cada 1/2 kg de harina. La levadura no estropea la masa, es mejor pecar por poner mucha que por poner poca.
· Agua
· Aceite
· Sal
· Matalaúva
*Todas las medidas son a ojo.

Preparación:

1. Echamos un chorrito de agua en un bol. Si queremos hacer mucho pan, echamos más agua. Es de lógica.
2. Calentamos un poquito de agua (al microondas mismo, o según salga caliente de la llave) hasta que esté templadita y desleímos en ella la levadura de panadero. Después la echamos en el bol.
3. Añadimos al bol unas gotitas de aceite y una pizquita de sal (la sal va al gusto, no es necesario añadirla).
4. Comenzamos a añadir harina y a mezclar/amasar hasta ir incorporando una cantidad suficiente como para que nos quede una masa consistente.
5. Una vez que tenemos una masa consistente la amasamos durante un buen rato añadiendo la matalaúva. Si hay poca masa, igual unos 12-15 minutos serán suficientes (como para 4 panecillos o 2 panes), si hay más, hay que amasar más. No tiene secreto. Nunca nos pasaremos de amasado, pero si no amasamos lo suficiente tal vez el pan no nos quede esponjoso. No valen panificadoras, ni amasadoras ni Thermomix. Las cosas aquí se hacen como antes: a mano, con paciencia y con tiempo. Es trabajoso y cansado, pero vale la pena; además, si uno se pone música movida el tiempo se pasa rápido: ¡15 minutos son 5 canciones!

6. Aquí viene cuando hay disparidad de opiniones entre las fuentes, pero las dos versiones nos dan como resultado un pan riquísimo:

a) Versión lenta (Mamá): Dejamos la masa dentro del bol y la cubrimos con un paño hasta que doble su volumen. Cuando la masa ha subido (tarda de 30 minutos a 6 horas según el lugar o la época del año -a 40º tarda media hora, a 5 tarda unas 4, aunque no os preocupéis, lo normal es que tarde entre 1 y 2 horas) la sacamos y la volvemos a amasar un poquito. Bajará, pero no pasa nada, porque después realizaremos los panes o panecillos -esto va al gusto- y los colocaremos en una bandeja de horno (untada en aceite o en harina, una de las dos, nunca las dos juntas). Les dibujaremos los cortes con un cuchillo y esperaremos a que vuelvan a subir. Se darán más prisa que la primera vez, así que ya podemos poner el horno en marcha a precalentar a unos 200º aproximadamente. Cuando hayan subido los horneamos. Cuando estén hechos estarán. No hay truco: cada horno es diferente y si los panes son pequeños tardan menos, si son grandes, tardan más. Si nos gusta tostadito estará más tiempo, si nos gusta blanquito, menos. Es cuestión de lógica.



b) Versión rápida (Abuela): Realizamos los panes o panecillos y los colocaremos en una bandeja de horno (untada en aceite o en harina, una de las dos, nunca las dos juntas). Les dibujaremos los cortes con un cuchillo y esperaremos a que suban hasta doblar su volumen mientras los dejamos cubiertos con un paño de cocina. Tardarán una o dos horas, como os he explicado antes. Precalentamos el horno a unos 200º y cuando ya hayan subido y el horno esté caliente los metemos y esperamos con paciencia deseando no sucumbir a esos deliciosos aromas y voilà! ¡Unos deliciosos panes!



Como ya os he dicho, las dos opciones son válidas y con las dos conseguís el mismo resultado, aunque si tenéis tiempo los resultados de la primera opción nos dan una miga más esponjosa y un exterior más crujiente.

¡Que aproveche!





De cómo nace "Historias de un delantal"

La comida siempre ha tenido mucha importancia en mi familia, como en muchas otras. Mi madre conserva entre sus bienes más preciados un recetario que ella misma ha ido haciendo poco a poco, desde que era muy joven, incluso antes de que yo naciera. Ese conjunto de recetas antes se hallaban desordenadas dentro de una carpeta de coleccionables de la revista Pronto (del año 84, para más señas).

Como es algo con lo que a mí se me encandilan los ojos, un día, hace ya varios años, lo cogí y empecé a ordenar las recetas, aunque sin un orden fijo, ni dulces y salados, ni lugares... La única intención era que se vieran todas, desde la primera hasta la última, y que estuvieran en el orden en el que me las encontré. Los libritos de recetas los dejé dentro de esa carpeta, que aunque fea, a mí me parece la cosa más maravillosa del mundo. Un dosier de fundas de plástico con las tapas verdes recoge las recetas que mi madre aprendió en un curso de cocina al que fue con sus amigas. En otras carpetas coloqué otros libritos (el de la olla a presión, el de la cocina a microondas...) que debían tener más o menos mi misma edad y las recetas que se hallaban sueltas y desperdigadas en la carpeta inicial. Había de todo, a saber: recetas recortadas de revistas, anotaciones en papelitos que ni siquiera decían qué era lo que se iba a cocinar (aunque mi madre lo sabía a la perfección), extensas explicaciones sobre deliciosos platos que estaban copiadas en buena letra o ya pasadas a ordenador...

Todas esos libritos, dosieres y carpertas están juntos y los guardamos en un patio cubierto lleno de plantas y lleno de luz, en el que se enciende una chimenea en invierno. Las recetas reposan lejos de ojos curiosos en la alacena que se encuentra frente a la nevera, no por celo, sino por comodidad para las cocineras.

¿Y por qué ese título? Pues porque soy un pequeño desastrillo, una mancha andante. Dice mi madre que de pequeña nunca me manchaba, y que si por accidente lo hacía debían cambiarme inmediatamente de ropa puesto que mis llantos eran insoportables. Nada más lejos de lo que ocurre en la actualidad. El delantal protagonista de esta historia es el que nunca me pongo, el que se queda colgado, el que sólo me  coloco para no oír más a mi madre o cuando ya me he manchado -como siempre, mi madre tiene unas dotes de adivina y futuróloga dentro del mundo de la cocina que hacen de ella una mezcla de Karlos Arguiñano y Aramís Fuster-. Así pues, aquí encontraréis las historias que le ocurran a ese delantal que no tiene una forma fija: a veces es el de cuadros verdes, a veces el de los patitos, el de los pingüinos, el de maripepis, el de faralaes...

Aquí me tenéis de pitufina, con las manos en la masa y con un delantal.


Este blog nace, pues, no sólo con la intención de ser un recetario, sino también de ser el lugar de encuentro para compartir experiencias y recuerdos que tengan la gastronomía como pretexto. Aunque principalmente lo destinaré a compartir recetas con mis primas -espero que ellas quieran participar, porque las he metido en esta andadura sin decirles nada-, todo el mundo está invitado a participar y a hacernos llegar sus recetas, fotos y experiencias a través de los comentarios y de una dirección de correo electrónico que más adelante se habilitará.