domingo, 11 de octubre de 2020

Pan mallorquín con masa madre

 Hace un tiempo ya os dejé la receta del pan mallorquín, pero ahora vamos con la versión PRO, con masa madre. 

¿Que cómo hacemos la masa madre? 

Muy fácil: haced un pan siguiendo la receta anterior. Antes de la segunda subida, separad un cachito de masa y guardadla en la nevera, bien cubierta con papel film, pero no hermética. Recordad, antes de la segunda subida, pero ya tiene que haber hecho la primera. Se conserva genial unas 3 semanas, luego, pues depende... Lo ideal es consumirla entre 3 y 15 días, pero mientras la masa madre esté "viva", o sea, no esté seca, es decir, que tenga agüilla, aunque cambie de color y tenga corteza, ya va genial. 

Las medidas del pan son las mismas que en la receta anterior, pero con 25 gr de levadura fresca prensada por cada 500 gr de harina es más que suficiente. Así pues: 

Ingredientes: 

  • Masa madre
  • 25 gr levadura
  • 500 gr harina de fuerza
  • 200 ml agua tibia (o más, según necesite)

Elaboración:

- Desleímos la levadura en unos 100ml de agua tibia.
- Mezclar el agua con la levadura con la harina y la masa madre, e ir añadiendo agua tibia si se precisa.
- Cuando ya tengamos una masa unifome, amasar durante unos 5 minutos.
- Dejar subir la masa en un bol, tapado con un paño, hasta que doble su volumen (1 o 2 horas).
- Cuando ha subido, volver a amasar el pan hasta que le quietemos todo el aire.
- Reservar un cachito de masa para volver a tener masa madre para la próxima vez. Más o menos la cantidad de una medialuna o de un bollo pequeño.
- Formar los panes como los queramos y dejarlos encima de una bandeja de horno, con un poco de aceite o harina para que no se peguen, o sobre una hoja de papel de horno. Yo hago un único pan grande, como mucho, dos.
- Esperar a que los panes suban otra vez (suele ser entre 1 y 3 horas, pero depende mucho de la temperatura).
- Precalentar el horno a unos 180º y hornear a media altura unos 30 minutos, según el gusto.
- Esperar a que enfríen para comerlos. Mejor si los dejáis enfriar sobre una rejilla, la parte de abajo queda mejor y no se humedece. 


La forma resultante es exactamente la misma que la de los panes sin masa madre, sin embargo, el sabor es más suave y la textura se parece más a los panes payeses de los hornos de pueblo. 



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